
– Massimo Bottura –
Iturria, que en su tierra natal se desempeñaba como mecánico, incursionó en el mercado gastronómico al trabajar como cocinero en el Yacht Club de Punta del Este, la localidad uruguaya que eligió para instalarse debido a que un grupo de familiares ya residían en el lugar.
El jóven comenzó a ofrecer al público minutas con frutos de mar, logrando disipar, progresivamente, la reticencia del público a consumir ese tipo de alimentos. Posteriormente, la popularidad de sus platos lo motivó a iniciar su propio negocio.
Junto con su esposa, Manuela González, el nuevo empresario gastronómico propuso una original oferta de frutos de mar, cuya calidad era garantizada por un vivero donde se colocaban las almejas y mejillones recién extraídos de la costa. Dentro de las piletas, únicas en América, los moluscos atravesaban un proceso de “purga” en el que se deshacían de toda la arena de sus organismos, se oxigenaban y alimentaban hasta pocos minutos antes de su consumición.
Luego de permanecer 9 años cerrado, Mariskonea, ahora gestionada por la nieta de Iturria y su familia, vuelve con una propuesta renovada frente al puerto de Punta del Este.
– Massimo Bottura –